* Advierte que la saturación de los hospitales sobrepasa las capacidades del sector salud pública, por lo que debemos restringir salidas al máximo
Tijuana, 7 de diciembre de 2020.- La diputada Evangelina Moreno Guerra hace énfasis, en un mensaje a todos los bajacalifornianos, de que “todos somos propensos a contagiarnos de COVID-19”, y, en ese sentido, exhorta a ser responsables, para evitar más contagios.
Asimismo, aclara que no
culpa al gobierno, ni siquiera a alguna institución o autoridad de salud; “hoy
me toca vivirlo, soy una ciudadana responsable; no soy una víctima más, soy una
responsable más”, son parte de los mensajes de concientización.
En cambio, señaló que,
responsabiliza a quienes difunden información errónea acerca del coronavirus y
la pandemia que está causando, la cual es real, tangible; también
responsabiliza a empresarios, industriales y comerciantes, que no cierran sus
negocios, los no esenciales.
“No dejan de producir o
prestar servicios, y, sobre todo, sin aplicar protocolos de salud”; que,
además, agrega, “recurren al chantaje, de que van a cerrar y dejar a miles de trabajadores
desempleados”, recriminó.
Y remató señalando a
quienes lucran políticamente echando culpas al gobierno, sin asumir sus
responsabilidades de cuidarnos para cuidar a los demás, sobre todo a los más
vulnerables.
Sobre eso último, pidió
que, en vez de criticar, y, sobre todo, en vez de lanzar culpas, asumamos las
nuestras, cada persona en lo individual, y no arriesguemos a los demás.
Sobre todo, acusó a quienes
difaman a los gobiernos de la 4T, en vez de poner su granito de arena en crear
conciencia entre la población, de que lo mejor es cuidarnos.
Este es el mensaje, que
publicó hace unos días, el pasado viernes 4 de diciembre, el cual leyó ante sus
compañeros diputados locales, y, dirigido a todos los bajacalifornianos:
NO SOY UNA VÍCTIMA MÁS,
SOY UNA RESPONSABLE MÁS.
Yo no culpo al
Gobierno, ni directamente a alguna institución o autoridad de salud por estar
contagiada de este virus.
La información está
ahí, siempre lo ha estado; y ha sido suficientemente difundida por todos los
medios.
Incluso, la han
actualizado cada día, cada hora; conforme se ha ido conociendo más sobre este
virus, su comportamiento y sus alcances.
Además de las medidas
preventivas implementadas por la autoridad, en cada una de las etapas de esta
pandemia, en los múltiples centros de salud, a lo largo y ancho de todo el país
se ha brindado atención a las personas infectadas, por parte de todo el heroico
personal de salud.
Como ciudadana de este
país, considero que se ha actuado con mucha responsabilidad y respeto a
nuestras libertades; garantías amparadas en nuestra Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
A diferencia de otras
naciones, aquí se nos ha tratado como individuos inteligentes, conscientes,
dignos y libres; pero, aun así, hay personas que parecen no comprender la
importancia de estos valores y la riqueza de poder contar con ellos; pues, en
vez de utilizarlos de manera responsable, parecen estar haciendo todo lo
posible por perderlos, para después criticar y lamentarse por verse privados de
estos.
En lo personal, declaro
que soy totalmente responsable de que este virus haya ingresado a mi cuerpo.
Soy responsable porque siempre estuve debidamente informada sobre todos los
factores de riesgo existentes para el contagio; no puedo decir que no lo sabía
o que lo sabía a medias; y como muchas otras personas, de manera consciente o
inconsciente tomé riesgos y ahora soy parte de la estadística.
Ni siquiera puedo
justificarme por mis obligaciones públicas de cada día; que, entre otras cosas,
incluyen mucha actividad social a favor de las comunidades. Por lo tanto, mucha
interacción directa con una gran diversidad de personas, lugares y reuniones.
¿Me cuidé? Sí, y lo
sigo haciendo. Cubre bocas, sana distancia, antibacterial, lavado continuo de
manos, etc.; y, aun así, ahora estoy aquí, frente a mi computadora y con el
virus moviéndose en mi organismo.
Hay un dicho que dice:
“Tanto va el cántaro al agua hasta que se quiebra”, pues ese cántaro fui yo, y
el agua las situaciones de riesgo a las que me expuse cada día.
En esta etapa de la
pandemia, definitivamente no basta con los cuidados básicos. Se necesita de
verdad poner las cosas en perspectiva, en prioridad y reorganizar tu vida;
todas tus actividades y la interacción con todas las demás personas, e incluso
hasta con las cosas. Esto, en el ámbito profesional, laboral y personal.
Preguntarte cada
momento si eso que te va a hacer salir de tu casa es realmente tan importante
como para arriesgar tu salud y tu vida, incluyendo la de tu familia.
Se necesita hacernos
completamente responsables y dejar de auto engañarnos; de actuar como si
realmente urgieran muchas cosas que en el fondo sabemos que no son una
prioridad, ni es necesario realizarlas o atenderlas en ese momento...
Se necesita dejar de
creer que es más importante “des aburrirnos” o “tomar un café con amigos”, que
cuidar nuestra salud… Se necesita hacer un verdadero esfuerzo por tratar de encontrar
“soluciones a distancia” para las cosas que se pueden resolver de esta manera,
aunque nunca lo hayamos hecho y tengamos que invertirle un poco de tiempo en
aprenderlas…
Se necesita estar
conscientes de que es mejor hablar con nuestros seres queridos por medio de la
tecnología que en persona, pero, siendo tal vez ésta la última vez que lo
podamos hacer…
Se necesita saber que,
para demostrarle a alguien que lo amamos, no es necesario tenerlo físicamente cerca,
le demostramos más que nos importa cuidándolo a distancia y cuidándonos a
nosotros mismos...
Se necesita saber que
este año, las fiestas, celebraciones y reuniones de lo que sea, no son más
importantes que mantenernos vivos y cuidar a nuestra gente, permaneciendo cada quien,
en nuestra propia casa, para así poder celebrar y abrazarnos después; porque
habrá un después y de nosotros depende si estamos en él o no…
Se necesita tener
siempre presente que nada es más importante que preservar la vida, porque sin
ella, nada de lo demás importa, ni es posible.
A pesar de todo, creo
que hay culpables de que este virus esté matado a tantas personas y
comprometiendo la salud y la vida de millones más; y aunque en este momento
hayan pasado la etapa de más riesgo o la vayan a pasar, muchos van a quedar con
secuelas irreversibles en su organismo que afectarán su salud por el resto de
su vida.
En lo general,
definitivamente, sí veo culpables de que esto haya alcanzado niveles tan
peligrosos y dañinos. De que en este momento millones de personas estén
sacrificando a su familia por la disminución de sus ingresos económicos o
incluso la pérdida de su trabajo o negocio…
Culpables de que muchas
empresas o industrias estén en una situación vulnerable o hayan tenido que
cerrar sus puertas definitivamente; dejando sin empleo a decenas de miles de
personas… Culpables de que mucha gente viva angustiada, con miedos e
incertidumbre y privada de algunas de sus libertades primordiales…
Culpables de que se nos
hayan ido y sigan muriendo muchos de nuestros padres, de nuestros abuelos y
demás adultos mayores... Culpables de que muchas personas con necesidad de
atenderse en los centros de su salud, no puedan hacerlo por estar saturados con
infectados de COVID-19, y cada día estén empeorando…
Culpables de que más
que en ningún otro, este año hayan perdido su valiosa vida tantos médicos y
enfermeras, luchando contra este maldito virus en su misión de salvar la vida
de sus pacientes…
Sí, culpables directos
e indirectos de todo esto y muchas cosas más que están ocurriendo y que no
deberían, no por lo menos a este nivel y no en este momento ya.
Por todo esto,
claramente identifico a tres numerosos tipos de responsables:
1.- Responsabilizo
directamente a todos aquellos que, de manera formal o informal, directa o
indirecta, con tal de tener un momento de atención pública, de lucir especiales
o interesantes, irresponsablemente han difundido sus creencias e ideas erróneas,
por todos los medios posibles.
No me importa si este
virus fue inventado a propósito o creado como un instrumento para matar a mucha
gente, provocar un caos o desestabilizar el orden mundial.
En este momento, lo
único tangible es que este virus está matando a mucha gente, y enfermando a
millones; y, hoy no hace diferencia saber su origen o el objetivo de su
creación o propagación; pero sí la hace el evitarlo a toda costa.
2.- Responsabilizo
directamente a aquellos industriales y empresarios sin ética, ni valores ni
escrúpulos, que, por culpa de su ambición desmedida, no se han tocado el
corazón, ni se han solidarizado con la población; y, desde su bunker blindado,
y futuro asegurado, han girado instrucciones para que sus industrias y empresas
no paren de producir, ni sus cuentas de banco de crecer.
Sin importarles que,
para lograr esto, pongan en alto riesgo la salud y la vida de millones de
trabajadores, y la estabilidad de sus familias.
Sin escatimar en
recursos para orquestar campañas disimuladas y manipuladoras por todos los
medios posibles; tratando de convencer a la opinión pública de que su situación
financiera “está tan mal”, que van a tener que cerrar y dejar sin trabajo a
todos sus empleados.
Tampoco han escatimado
en la utilización de su poder e influencias para presionar a los gobiernos del
mundo, orillándolos a que establezcan medidas públicas que los favorezcan; sin
importarles que con estas perjudiquen gravemente a la población y la pandemia
se siga prolongando…
Pero, como en casi
todo, existen las dos caras de la moneda; no todos los empresarios o
industriales son iguales. Afortunadamente también existen los decentes, los
éticos, a los que si les importa hacer las cosas de la manera correcta; los que
son respetuosos de la vida y no ven a las personas tan solo como una herramienta
para producir riqueza.
Hay algunos que son tan
conscientes y se han solidarizado tanto, que han estado apoyando material y
económicamente a sus empleados para que puedan cubrir sus necesidades básicas y
las de su familia, sin exigirles que tengan que trabajar en este momento.
3.- Responsabilizo a
todas las personas, empresas y organizaciones que han hecho de esto un circo y
un tema político; y sin el mayor recato han utilizado esta grave situación para
intentar llevar agua a sus molinos.
Demeritando los
esfuerzos y el trabajo oficial que se ha estado haciendo por proteger a la
población; confundiéndola y azuzándola para que culpen al Gobierno por un
problema de índole mundial.
Responsabilizo
directamente a aquellos que han olvidado que, antes de identificarse o
definirse con una ideología o partido político, también son seres humanos; y
con sus irresponsables acciones han puesto en grave riesgo la salud y la vida
de millones de personas.
Responsabilizo a
aquellos que, aun a sabiendas de la verdad, no se han limitado en la difusión
de teorías y rumores falsos con tal de denigrar la imagen del Gobierno y sus
esfuerzos por protegernos.
Es increíble que, a
cambio de algunas monedas u otros intereses muy particulares, no les importe
traicionar a su propia gente y ayudar a la propagación del caos y a la confusión
de la población; y con esto, a que muchas personas opten por no creer, ni
respetar las medidas oficiales, arriesgando así su propia vida y la de todos
los demás.
Si van a
responsabilizar a alguien por esos más de cien mil muertos; antes pregúntense
¿Cuántos de estos son ustedes culpables directa o indirectamente? como
consecuencia de sus acciones irresponsables y actitud antihumana.
Pregúntense: ¿Porque en
vez de sumarse a la solución eligieron ser parte del problema?
Pregúntense: ¿Qué los
llevó a este punto en sus vidas? en el cual piensan que es más importante su
estabilidad económica, asegurar su trabajo, su empresa, o imponer sus ideas,
que la vida de sus propios compatriotas, de su propia raza…
Si tan grande es su
necesidad de encontrar algún culpable, no necesitan esforzarse tanto ni ir tan
lejos, lo pueden encontrar frente a cualquier espejo.
En lo personal, a pesar
de todo, me siento muy bien. Los estudios dicen que físicamente estoy casi
normal y les informo que inicié mi tratamiento y los cuidados correspondientes
desde el momento en que oficialmente recibí mi diagnóstico.
Me siento muy tranquila
y confiada en que pronto esto va a ser solo un recuerdo; pues afortunadamente
tuve la oportunidad de poner mi salud en las manos de un verdadero ángel, una
heroína de nuestros tiempos; a la cual después de Dios, le tengo depositada
toda mi fe, y confío en que va a ayudarme a recuperar completamente mi salud;
así como ya lo ha hecho con mucha gente. Muchas gracias doctora Karla.
Cuídense mucho, porque
nada es más importante que nuestra propia vida; ¿De qué nos sirve todo lo demás
si no estaremos aquí para disfrutarlo?
El día que seamos
conscientes y reconozcamos que todo lo que hacemos a los otros nos lo hacemos a
nosotros mismos; y de que lo todo que nos hacemos a nosotros mismos se lo
hacemos a los demás; ese día vamos a procurar que ese “todo” sean puras cosas
buenas.
Seamos responsables de
nuestro bienestar, y cuidemos el de los demás.
Cuídense mucho todos,
pero cuídense en serio.
Dejen de inventarse
pretextos para exponerse y engañarse con actividades y pendientes que en el
fondo saben que no son una verdadera urgencia, por lo menos, no más importantes
que proteger su propia vida y la de los demás.
Cuídense mucho, y más
que siempre; no permitan que cualquier idea o mal ejemplo los convenza de que
esto es tan solo un invento, una cortina de humo, de que son infalibles, de que
“no va a pasar nada”.
Lamentablemente esto es
más real de lo que quisiéramos; tanto que solo en México, hay más de 100,000
personas que lamentablemente ya no están aquí para decírnoslo directamente,
pero sí como testimonio verificable.
Les mando un abrazo
lleno de positivismo a cada uno de ustedes; pero no se preocupen, porque por
esta vía podemos comunicarnos y manifestarnos aprecio sin riesgo alguno, por aquí
estamos seguros.
Ya volverán los tiempos
en que nos podamos volver a ver de cerquita, de abrazarnos y darnos muestras de
afecto físico como antes lo hacíamos.
Volverá el tiempo en
que podamos estar uno al lado del otro sin restricción alguna o necesidades de
medidas sanitarias, sin preocupaciones o miedos de ninguna índole.
Estoy segura de que
volverá y volveremos a ser libres y felices… ¿Cuándo será esto?, eso depende de
mí, depende de ti, depende de todos ustedes y depende de todos; porque todos
somos uno.
Tijuana, Baja California,
México a 4 de diciembre de 2020
EVANGELINA MORENO
GUERRA
Diputada de la XXIII
Legislatura de Baja California.
Comentarios
Publicar un comentario