Libertad,
Ensenada, B.C., Octubre 13 del 2021.-La reforma constitucional en
materia eléctrica promovida por el Ejecutivo Federal, más bien es energética,
por la desaparición de organismos como la Comisión Reguladora de Energía (CRE),
la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y el CENACE, es un duro golpe
contra un principio básico de una economía sana: la libre competencia,
consideró la Coparmex.
En conferencia de prensa, Martín
Muñoz Barba, dirigente de Coparmex en Ensenada, dijo que ese organismo rechaza la
medida porque atenta contra la inversión, las finanzas públicas, los tratados
internacionales y resulta tóxica para las familias mexicanas.
Con datos de la CRE a
septiembre de 2021, se observa que la energía que genera CFE es 4.9 veces más
cara que la que produce el sector privado ($1,852 pesos por megawatt hora -MWh-
contra 377 pesos por MWh), señaló.
De acuerdo con datos de la Auditoría
Superior de la Federación de 2018, precisó, la operación de unidades de la CFE
presentan una menor eficiencia térmica y han excedido su vida útil, lo que
repercute en mayores costos de operación.
Aseguró que desde 2019, en
promedio, las empresas de generación privada han logrado reducir su costo
unitario de generación (precio por MWh generado) en 19.6%. En específico, las
plantas de energía eólica y solar han reducido su costo en 20.1% y 19.4%,
respectivamente.
Explicó Muñoz Barba que la
CFE se ha beneficiado de la competencia, y ha logrado reducir su costo de
generación en energía eólica y solar en promedio desde 2019 en 5.2 y 19.5%,
respectivamente. Sin embargo, estas tecnologías solo representan el 0.2% y el
0.01% de su producción total.
Por lo tanto, si se excluye
a los privados y se apuesta por el monopolio de la CFE, sus elevados costos se
traducirán en mayores tarifas o en más subsidios, advirtió.
Subrayó que CFE no es
eficiente en la generación de electricidad, ni lo será, si se le entrega el
monopolio, porque implicaría mayores precios de la electricidad, insumo básico
para las industrias, negocios, oficinas y los hogares.
Solo podrán esperarse dos
resultados: Más subsidios para evitar que el precio que las personas vean en su
recibo aumente, recursos públicos que pudieran utilizarse para medicamentos,
mantenimiento a las escuelas o adquirir patrullas, y en contrario, se irá para
cubrir la ineficiencia de CFE.
También habría aumento de
costos de electricidad para las empresas, lo que provocará que los bienes y
servicios suban de precio, entonces el golpe también lo recibirán las familias
de forma indirecta.
Para 2022 la CFE tiene
presupuestados 73 mil millones de pesos para subsidios, casi lo equivalente al
presupuesto destinado a becas para todos los niveles educativos (88%) o al
Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social para todas las entidades
(78%), apuntó el presidente de Coparmex-Ensenada.
Dijo que la CFE se ha
convertido en un barril sin fondo y no hay gasto público que pueda alcanzar
para financiar el incremento en los costos y subsidios, lo que implicaría la
necesidad de que el gobierno se endeude todavía más a costa de “nuestros
impuestos hoy y, de nuestros hijos en el futuro.”
México cuenta con abundantes
recursos solares y eólicos, suficientes para generar el 100% de la energía que
requiere el país, pero increíblemente no se está aprovechando.
La iniciativa del gobierno
federal, señaló, elimina los Certificados de Energía Limpia que son un
incentivo para que las personas y empresas generen energía eléctrica limpia y
la CFE no tiene esa capacidad.
Informó Muñoz Barba que las
plantas hidroeléctricas de la CFE, durante 2021, en promedio fueron mil 162 y
mil 155 pesos por MWh más caras que las plantas de energía eólica y solar del
sector privado.
Sin la participación de los
privados, se vuelve inviable que México cumpla con su compromiso en materia de
transición energética de generar 35% de su energía a partir de fuentes limpias
para 2024 plasmado en el Acuerdo de París, advirtió.
El presidente de
Coparmex-Ensenada indicó que de nada sirve decirnos “soberanos” o
“nacionalistas” si las familias sufrirán apagones, tendrán que pagar más por la
luz o si deja de llegar al país la inversión que genera empleos.
“Queremos una CFE fuerte,
moderna y que nos haga sentirnos orgullosos, pero quemando carbón o
combustóleo, dañando al planeta y contaminando el aire que respiramos lo único
que podemos sentir es vergüenza e indignación”, apuntó.
Hoy, el país enfrenta la
peor crisis económica y sanitaria en la historia, por ello, subrayó, “exigimos a
los legisladores que piensen en México, en las familias y que no antepongan
valoraciones políticas para aprobar una reforma que es tóxica y cuyo daño no
tendrá retorno.
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