La visita que le hacía falta a Marcelo Ebrard


Desde que puso un pie en la Zona Este de la ciudad, el ministro Marcelo Ebrard Casaubón se quedó para siempre en Tijuana.

Amante de las selfies se dio vuelo y sostuvo la sonrisa por alrededor de 2 horas frente a jóvenes estudiantes del Centro de Enseñanza e Investigación Superior de Tijuana (CEIST). Un Centro Educativo, ubicado en el Ex Ejido Francisco Villa que salió del anonimato para ser proyectado a nivel nacional como un punto de formación de estudiantes para arrancar a la juventud de las garras de la delincuencia.

Marcelo!!! le gritaban los presentes al arremolinarse para tomarse una fotografía del que coreaban como “presidente.. presidente… presidente” 

El Rector del modesto centro educativo, Ramón Vázquez Valadez fue quien tuvo la idea de invitarlo a inaugurar una Sala de Juicios Orales que lleva el nombre del presidenciable y desde el día, que develó la placa, amigo de Tijuana.

Los jóvenes que acudieron tienen -de antemano- un 10 de calificación. Su conducta fue intachable. Y esta es la lectura del evento:


  1. Los jóvenes de Baja California son nombres y bien portados.

  2. A Marcelo Ebrard le hacía falta un baño de auténtico pueblo en una colonia donde los residentes son de todas partes de la república 

  3. La gobernadora Marina del Pilar se mostró como mandataria plural pues recibió a cada aspirante, sin marcada preferencia, aunque se piense lo contrario. 

  4. Ramón Vázquez Valdez, por cierto diputado de Baja California, se anotó un golazo al lograr la presencia del canciller, en un evento que no le fue incómodo y le permitió mostrar su lado humano ante tanto joven que por cierto van a poder votar este 2024

  5. Ganó la educación pues en este marco se lanzó el acuerdo para ofrecer becas a todo aquel estudiante que tenga deseo de estudiar en el plantel y no tenga promedio elevado, pues se considera que a ellos son a quien más se les debe apoyar.

  6. Los invitados, abogados, transportistas, lograron aparecer en la escena nacional para pelear, solicitar, sugerir obras para Tijuana.


Un periodista le preguntó al ministro:


-¿Cuántos salones de Juicios Orales que llevan su nombre ha inaugurado en el país?  


-Sólo ésta- Dijo el entrevistado.


La respuesta fue tan obvia como importantísima, porque hizo ver la trascendencia de un evento programado en unos cuantos días, pero con la plena confianza de que era una parada obligada en la ciudad y todo salió muy bien. Alejado el fantasma de la duda y el miedo que nos dejó una vista de un presidenciable Luis Donaldo Colosio, que terminó en tragedia, aquel 23 de marzo de 1994. Por cierto en una comunidad tan popular como esta de la Zona Este.

Una cosa si quedó de manifiesto: La gobernadora estaba como en fiesta de quinceañera, feliz, sonriente y tomándose foto con los jóvenes pues en realidad, además de guapa, representa la primera mujer gobernadora en la historia de Baja California.

Hemos sido informados que Vázquez Valdez corrió con toda la organización del evento y ha dejado de manifiesto que forma parte de los políticos que hacen y no de aquellos que sólo dicen. Esta vez, a propósito del mundial, anotó un gol en el último minuto. Por cierto que cabe recordar que en sus años mozos fue futbolista en el Inter de Tijuana.

Las cientos de fotografías ahí registradas por medios y los jóvenes que aparecieron de pronto con un TickToc muestran la penetración de un evento de esta magnitud en la preferencia de los muchachos que estamos seguros, no conocerán, si te podrán tomar fotografías en un evento similar durante toda la sucesión a la presidencia de México. 

Los jóvenes de CEIST Universidad son una importante “historia de vida” -dijo Marcelo Ebrard- al inaugurar la sala que lleva su nombre. Y ya en el lugar, al hacer uso de la voz, mencionó mientras veía a la audiencia y a la gobernadora que los jóvenes de la Zona Este, ¿por qué no? Podrán llegar a ser los próximos alcaldes o alcaldesas, gobernadores o gobernadoras porque en el momento más correcto, se educaron en un plantel tan importante y humanista como este.

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